El ecosistema perfecto

Tras varios años de cultivo convencional nos fuimos dando cuenta de que los tratamientos químicos solo llevaban al viñedo a una situación de debilidad y de adicción, que solucionaba unos problemas pero generaba otros. Optamos por dejar de usar productos que no fueran naturales y empezamos con un tipo de agricultura más respetable con la planta y con el medioambiente. De esta manera observamos cómo iba evolucionando positivamente la planta, y seguimos trabajando en crear un ecosistema estable que permitiese este tipo de cultivo.

Actualmente solo hacemos dos tratamientos, uno antes de la brotación y el azufrado, práctica imprescindible en todo viñedo. Saber en qué justo momento hay que hacer estos tratamientos, combinado con una rigurosa forma de hacer las podas de primavera y de invierno, hacen que todo funcione correctamente y el cultivo ecológico sea algo fácil.

Cuando empezamos a elaborar nuestros vinos, decidimos que también la elaboración fuera ecológica, de manera, que tenemos certificación ecológica tanto en nuestra uva como en la elaboración de los vinos. Una forma de entender el campo, de conseguir la máxima calidad y de elaborar un producto final libre de pesticidas y químicos nocivos.