Si hablamos de Pago de la Oliva, hablamos necesariamente de una familia, de un proyecto propio que refleja toda la pasión que se vierte cuando la tierra y la viña te enamoran y te hacen partícipe de lo que sienten y de lo que dan.
Son ya tres generaciones a las que José Barbero ha transmitido esta forma de vida y de sentir las cepas. Sus hijas y nieto la comparten y la impulsan con ilusión y visión de futuro.